Interpretaciones

—¡Papá, papá, ahí viene la ramera!
El hombre se puso pálido. El parque estaba lleno de gente y el niño llamaba su atención a gritos. Se giró muy despacio y, efectivamente, por allí pasaba una mujer que vendía ramitas de romero.

Víctor Manuel Jiménez Andrada

1 comentario:

Anónimo dijo...

El de Torrebruno es genial.
Purificacion Claver.