Prostitución


—Todo el mundo lo hace —pensó mientras aceptaba el sobre con el dinero.
Cuando llegó a casa y se miró al espejo, quedó espantado. Acababa de prostituirse para siempre.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en: Avuelapluma (15/11/2010)

Ilustración: Las tres Graffias. Tonalli Melo Salvador

Tirstes guerras

Me permito la licencia de encabezar estas breves líneas con el verso que da título a un conocido poema de Miguel Hernández (sirva también como un pequeño homenaje en el año de su centenario). Desde que el hombre es hombre, siempre han existido las guerras. Podía pensarse –y hubiera sido lo lógico- que con la evolución de la humanidad, se iría abandonando esta práctica ancestral, pero no ha sido así. La evolución ha servido para crear armas más destructivas y ejércitos más potentes. Hemos cambiado piedras y palos por misiles capaces de aniquilar el planeta diez veces. Así que tenemos por un lado al hombre -un ser con instintos primitivos, un animal capaz de exterminar a su propia especie- y por otro lado todos los avances y tecnologías puestos al servicio de la hecatombe. Como podemos suponer esta mezcla explosiva -nunca mejor dicho- es desastrosa para nuestra propia existencia. De poco sirve apelar al sentido común (si es que queda algo del mismo), ni manifestarse en contra de las decenas de guerras que existen en la actualidad mientras las “cabezas pensantes", democráticamente elegidas de los países desarrollados, no esgriman otra herramienta más que la violencia –incluyendo la venta de armas a terceros países-, justificada al amparo de una cuestionable legalidad internacional. Tristes guerras, es lo que nos queda, tristes, tristes, como decía el poeta.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en: digitalextremadura.com (9/11/2010)
Ilustración: Verde, verde, verde destrucción. Maugdo Vásquez López

En el circo


La primera vez que fue al circo tenía siete años. Uno de los trapecistas resbaló y cayó al suelo desde muy alto. Se formó un tremendo revuelo, fue espantoso. El hombre murió en el acto. Varios años después no se perdía ni una de las funciones de los circos que pasaban por la ciudad. Nunca volvió a ver un número tan sublime.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en: Avuelapluma (15/11/2010)

Ilustración: Circo. Claudia Suarez Álvez

Migajas

Nos arrojan al suelo
las migajas del banquete,
untadas en falsas promesas.

Lamemos la mano
del amo
llenos de felicidad
y vacíos de razón.

Al llegar la noche,
nos arremolinamos ciegos de miedo.
No sabemos que el lobo
que nos devora
es el mismo que nos alimenta.

Víctor Manuel Jiménez Andrada

Presentación de nuestro libro UN RATO PARA UN RELATO


La editorial Rumorvisual presenta "Un rato para un relato". Un libro que recopila a 20 autores y que ha sido coeditado por Digital Extremadura.

Hoy, día 10 a las 20:00 en La Machacona. C/Andrada. Cáceres

El libro reúne 200 mini-relatos de 20 autores, por lo que hay multitud de estilos y temáticas, con un formato para cualquier momento y lugar. 300 páginas llenas de situaciones cotidianas, fantásticas, cómicas y surrealistas.

El prólogo está escrito por el escritor Javier Negrete y cuenta con los textos de Alonso Torres, María Carvajal, Víctor Manuel Jiménez, Victoria Pelayo, Francisco De Borja, Beatriz Lluch, Santiago Tobar, Purificación Claver, Rafael Marchena, Ana Flor Redondo, Pedro Jesús Moriche, Ángela Velasco, José Carlos Macías, Charo Alonso, Jorge Galán, María Santos, Miguel Méndez, A. Carlos Ferreira D., Cisco Martínez, Marce Solís.

“Un rato para un relato” se puede conseguir en Cáceres en; Boxoyo Libros, El Buscón, La Luna, La Machacona, Picapiedra, Vicente Libros y Web de la editorial.

Nosotros, los de entonces


Dice Pablo Neruda en Veinte poemas de amor y una canción desesperada: “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. Pensé en la friolera de años que habían transcurrido desde la última vez que estuvimos juntos los compañeros de aquella promoción, nacidos en 1971, del Colegio Diocesano. Algunos se empeñaron en saber del resto y, en buena parte gracias a la red de redes, localizaron a un nutrido grupo de los de entonces. Quedamos en un céntrico restaurante, sin otra pretensión que tomar unas cervezas, charlar y preparar una reunión mayor. Sí, salieron propuestas para celebrar una fiesta, pero ya que estábamos algunos, no quisimos desaprovechar la oportunidad de pasar unas horas juntos. El tiempo pareció volar aquella tarde de viernes. Con los ojos de los niños que fuimos, miramos a un pasado no tan lejano. Al calor de las palabras, desgranamos los recuerdos y antes del ocaso supimos que un origen común había marcado, para siempre, nuestro ahora. Dos días después, escribo estas líneas. Tengo sobre mi mesa de trabajo el libro de Neruda abierto por el poema número 20. Leo los versos y pienso que nosotros, los de entonces, quizás seamos los mismos.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en: digitalextremadura.com (24/10/2010)

Ilustración: Te seguirés, me seguirás. Claudio Gallina

Caminos difíciles


Estaba atrapado, no podía respirar, pero poco a poco, milímetro a milímetro, se abría paso. Olía a sangre y notaba como un líquido viscoso empapaba su piel. Apenas podía mover las extremidades, pero avanzaba.
De pronto notó unas manos enormes aferradas a su cabeza. Todo ocurrió en breves segundos. Sintió como volaba y lo colgaban boca abajo. Un rápido golpe en las nalgas le hizo llorar.
—Enhorabuena, aquí está su hijo.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en: Avuelapluma (2/11/2010)

Ilustración: Mama Natura. Juan Luis Portorreal Tavarez