Líneas paralelas


Sus vidas se cruzaron en un punto. Luego, cada uno siguió su camino. Vio con horror que jamás volverían a estar juntos, pero prefirió eso a la desgracia de las líneas paralelas.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
(publicado en Avuelapluma n. 225 14/feb/2011)
Ilustración: Amor dividido de Gustavo Alsó

Naturaleza humana


—Lo siento, es maligno, no le queda mucho de vida.
—Joder doctor, qué susto me ha dado, pensé que me iba a decir que me habían detectado algún tipo de inmortalidad.


Víctor Manuel Jiménez Andrada
(Publicado en Avuelapluma n. 223, 31/enero/2011)
Ilustración: Primeras preocupaciones existenciales, de Norberto Guillermo Gandini

Varieté en la Machacona









Muchas gracias a todos por un domingo tan especial, a los que estuvieron y a los que no pudieron estar, pero que se encontraban presente en el pensamiento. A Manuel Cobos y los músicos que me arroparon en el escenario. A mi pareja, correctora, colaboradora y 50%, María Durán, por compartir lectura y por tantas cosas. Gracias al mago Al, al resto de poetas, a Bubu y a Raúl.

Día mundial de la poesía

Hoy, coincidiendo con el equinocio de primavera, se celebra en todo el mundo el DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA. Quiero hacer públicos estos versos para la ocasión.



EL OLOR DEL OLVIDO

Contigo sueño, pequeña flor
de la escondida Extremadura.
Recorro las calles de un pueblo
donde jamás estuve
ni estaré.
Percibo tu perfume
en las paredes encaladas
y en cada rincón.
Busco sin buscar
la presencia de tu ausente mirada
por caminos imposibles
y carreteras desiertas.

Si algún día llego a tu puerta,
por un azar diabólico,
me abrirás con una sonrisa
para decirme que has muerto
hace tantos años
que ni el recuerdo de flores marchitas
adorna tu tumba.

(del Libro de los Versos Dormidos)
Víctor Manuel Jiménez Andrada
Fotografía: Erik Basto Segovia

Domingo de Varieté en la MACHACONA


El próximo domingo, día 20 de marzo a partir de las 19:00, intervengo en la Varieté de la Machacona (calle Andrada, Cáceres). Habrá música, poesía, relatos, magia y sorpresas. Os espero. Seguro que lo pasamos muy bien.

Monólogos inconscientes


—Dímelo al oído.
Se levantaba y se aproximaba buscando su oreja, pero siempre chocaba con unos labios planos como el cristal y fríos como el hielo. Desesperada se volvía a sentar.
Hacía muchos años que hablaba con el espejo.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en Avuelapluma n. 218

Ilustración: Lucía a través del espejo
María Maza

Verdad, beso o atrevimiento


Hubo un tiempo en el que a lo máximo que aspiraba era a rozar sus labios en una de las pruebas de “verdad, beso o atrevimiento”, juego favorito de nuestra adolescencia, recién estrenada, en los extensos atardeceres del verano en el barrio que me vio crecer. Entre un coro de risas nerviosas, confesiones a medias y susurros se sucedían aquellos instantes felices. Luego, cuando endurecimos los espolones, la vida nos separó y nunca más volvimos a compartir momentos así, ni de ningún otro tipo. Sencillamente, cada cual siguió su camino por la inercia propia del destino. Esto mismo se ha repetido muchas veces a lo largo de mi vida. No son pocas las personas que han quedado varadas en la playa de los días pretéritos y que, definitivamente, no forman parte del ahora, a pesar de que un eco, a veces lejano, venga a recordarme los nombres y los rostros. Tal vez, lo acertado sería hacer balance, cada primero de año, y preparar una lista con quienes hemos olvidado en algún rincón del calendario, porque quizás sea el mejor momento de retomar aquello que una vez fue, aunque la verdad sea dolorosa, el beso de cortesía y el atrevimiento consista en proponer un segundo encuentro.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en digitalextremadura.com (4/enero/2011)

Ilustración: Tarde soleada
Silvia Palacios Montaña

Muerte violenta


La puñalada fue directa y seca a sus entrañas. Luego la navaja se desplazó con firmeza provocando una raja de dimensiones descomunales. Asomó la roja esencia, tras un crujido breve a modo de lamento. Llegado el verano, la vida se tornaba muy dura para una sandía.

Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en Avuelapluma n. 218