Todo el mundo tiene amigos “a ver si” y cada uno de nosotros puede ser potencialmente un amigo “a ver si” para los demás. ¿Qué es un amigo “a ver si”? Pues es aquel amigo de buena voluntad y de escasa resolución. Es decir, es aquel amigo siempre dispuesto a quedar para tomar unas cañas, un café, para salir a comer, para ir de campo y todas esas cosas que se suelen hacer con los amigos, pero que a la hora de la verdad, solo queda un poso transparente de buenas intenciones. Es frecuente escuchar: “A ver si quedamos, a ver si tomamos unos vinos, a ver si venís a casa...”. Luego pasan los días, las semanas, los meses y no se ha cumplido el “a ver si”. Y así, un buen día, vuelves a ver al mismo amigo y la conversación es exactamente la misma que la última vez, mucho “a ver si” y poco fundamento. Estoy intentando, a veces sin lograrlo, terminar con el “a ver si”. Cuando alguien viene con un “a ver si tomamos algo”, respondo: “Vale, ahora mismo es buen momento, que estamos juntos”. Esto no si...