El corazón del trapecio

La angustia se palpa en unos ojos que siguen hipnotizados el vaivén del trapecio. ¡Redoble de tambor! ¡Más difícil todavía! ¡Doble salto mortal! Ángeles ingrávidos cruzan un firmamento de cables, lona y estrellas pintadas a brochazos. ¡Redoble de tambor! El corazón tiembla en la garganta durante un páramo de segundos. Estética de músculos perfectos atravesados por haces de miradas morbosas que anhelan el error como parte del espectáculo ¡Triple mortal! Para inflamar el aire de alabanzas.