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Mostrando entradas de octubre, 2014

Montaje

Hay un croquis dibujado sobre el barro. Unas cruces marcan los cimientos de este castillo de metal, madera, cuerda y lona. Un trajín constante entre los carromatos ahuyenta toda incertidumbre. Las mazas golpean en la cabeza de los clavos y en lo que ya no existe. Antes de que se afile el horizonte con la piedra de la tarde, se alza el coloso efímero.                —No parece buen terreno —le digo al jefe de pista.                Me mira con indiferencia y se encoge de hombros. (Del poemario Circo)

024-Cosas que llevo en el bolsillo

Necio cascabel, que lo mismo suenas movido por el viento que por la mano, arranca tu lengua si no vas a gritar contra los muros.

Biblioteca

Ahora que la tarde se derrumba en el soliloquio de mis ojos, cuando parece que la punta del dardo yerra en la diana de la carne, detengo la arena de los relojes para respirar hondo el aroma que desprenden estos anaqueles. Palabras que no traicionan aguardando, como Lázaro en su tumba, que la mirada del resucitador se pose sobre ellas. Es entonces cuando surge el verdadero hechizo que nos hace levitar más allá de estos muros. Las páginas se transforman en las alas del Pegaso que salvo a un tal Bukowski, y a tantos otros, y que me salvarán a mí de estas cadenas de ignorancia que me llagan los tobillos. Palabras que no traicionan, atemporales y eternas, custodiadas en este templo de dioses inmortales. Afuera la noche canta su preludio, pero yo estoy muy lejos: viajo sobre una nube de letras más allá de mí.

023- Cosas que llevo en el bolsillo

Creer con los ojos cerrados es jugar a la gallinita ciega al borde del precipicio.

Carteles

Al principio estabas tú, indefinida, sin rostro apenas, en los carteles que anunciaban la función en la ciudad. Después tu nombre y tu cara se fundieron con las vigas que sostienen esta carpa descolorida que es mi historia; y así pasaste al otro lado de ese espejo que distorsiona los sueños para soportar los relojes. Hoy estoy confuso y no sé si soy el espectáculo                                            o el espectador. (Del poemario Circo)