Defensa desproporcionada

El estadio se venía abajo. El gol, a un minuto del final del partido, lo hacía campeón del mundo. Un disparo le arrancó del sueño y le hundió en el sueño eterno. La pelota, en un golpe de mala fortuna, llegó al puesto de guardia. El soldado respondió con contundencia.

Víctor Manuel Jiménez Andrada

Comentarios

David Moreno ha dicho que…
Buen micro. ¿Va para el concurso del Escritor Errante?
Suerte si es así.

Un saludo indio