Efectos secundarios

Sonó el teléfono en el momento justo. Dudó, pero ante la insistencia, atendió la llamada.
— Le informamos de nuestra nueva oferta para conectarse a internet —la voz impersonal de la grabación se clavó en su oído.
Colgó con furia. Cuando volvió a por la cuchilla, se le habían quitado las intenciones de suicidarse.


Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en Avuelapluma (20/sep/2010)

1 comentario:

Unknown dijo...

Debería celebrarlo. Ciertamente un suicida sin una fuerte convicción.