El eco de Virginia Woolf

Tengo sobre la mesa el ensayo de Virginia Woolf, Una habitación propia. Me ha bastado leer algo más de la mitad para detenerme a escribir esta breve reflexión sobre la tremenda dificultad que la mujer ha sufrido siempre a lo largo de la historia en el desarrollo de cualquier tipo de actividad y especialmente en el cultivo de labores intelectuales, científicas o artísticas. Desde la perspectiva del siglo XXI el eco de las palabras de Virginia Woolf puede resultar lejano, pero, por desgracia, hoy en día siguen existiendo diferencias, en muchos casos abismales, entre hombres y mujeres. Sabemos —y nos espantamos por ello— que hay países donde la mujer tiene el mismo trato y dignidad que cualquier animal doméstico, pero no hace falta salir de los países desarrollados para comprobar que estas diferencias siguen latentes en muchos aspectos de la vida y especialmente en el marco de las oportunidades laborales. La lucha de la mujer a lo largo de la historia ha sido dura y aún queda mucho por hacer. Tenemos la responsabilidad de cambiar la situación desde la educación y la base. Las palabras de Virginia Woolf, lejos de estar pasadas de moda, pueden aún levantar ampollas y servir para denunciar esta realidad que el ser humano ha ido arrastrando, como un pesado lastre, desde siglos pretéritos. Quiero compartir, para finalizar, una frase de Una habitación propia con la que la autora critica el menosprecio de la sociedad hacia las escritoras: “El mundo le decía con una risotada —¿Escribir? ¿Para qué quieres tu escribir?.”

Víctor Manuel Jiménez Andrada

Publicado en: digitalextremadura.com (6/octubre/2010)

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