—Dímelo al oído.
Se levantaba y se aproximaba buscando su oreja, pero siempre chocaba con unos labios planos como el cristal y fríos como el hielo. Desesperada se volvía a sentar.
Hacía muchos años que hablaba con el espejo.
Víctor Manuel Jiménez Andrada
Publicado en Avuelapluma n. 218
Ilustración: Lucía a través del espejo
María Maza
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Ilustración: Lucía a través del espejo
María Maza
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