Una parejita joven, ajena a lo que ocurre a solo dos pasos, aprovecha la media luz para darse besos y susurrarse al oído. Aún no saben que no hay flor que aguante sin marchitarse varios veranos.
Desde la distancia que marcan los años, comprendo las palabras que un día me regaló el sabio que habita sobre las rocas del rompeolas: “Lo mejor es cultivar cactus. Requieren cuidados escasos, apenas necesitan agua y duran mucho tiempo, aunque cubran su superficie de espinas y su aspecto no sea tan bello como el de las flores.” Me veo obligado a compartir mi conocimiento. Escribo estas palabras en una servilleta de papel, la doblo con cuidado y se la entrego a la pareja joven. La chica la toma con una sonrisa impregnada de sorpresa. Desaparezco entre la gente antes de que me pregunten nada. Quizás no es tarde y aún puedan salvarse.
Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Caceresentumano.com 4/8/2011
Ilustración: Sonia Pardo; Hot cactus
Publicado en Caceresentumano.com 4/8/2011
Ilustración: Sonia Pardo; Hot cactus
No hay comentarios:
Publicar un comentario