de tumbas profanadas,
sobre cruces sin pedestal
y fango hediondo.
Rompe el espeso silencio,
el lamento de huesos
que se quiebran
a mi paso.
Mariposas negras ciegan mis ojos
a la esperanza de la luna,
mientras Cronos picotea
los despojos de la vida.
Víctor M. Jiménez Andrada
-escrito un Día de Todos los Santos de hace muchos años-
No hay comentarios:
Publicar un comentario