Juegos de un niño de barrio.

El hoy fugaz es tenue y es eterno”
Jorge Luis Borges
En aquel tiempo del polvo de tiza
y de la goma de borrar,
romper los pantalones
por las rodillas
era la hecatombe
tras la batalla.
El Alto Mando
prefería la sangre
a la tela rasgada.

Entonces las pedradas eran bromas,
las espadas ramitas de árbol nuevo
y medallas los puntos de sutura.
Los acuerdos de tregua
sabían a chocolatinas.

Hoy, sobre pantallas táctiles,
los dedos blancos
      -con destreza de cirujano-
manejan asesinos insaciables.

Yo también maté enemigos
                        (de mentira).



(del libro "El último diente de leche")

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