Ecosistema mínimo (XXIII)

Los guijarros tocan mis pies descalzos, no para herirme sino para acariciarme con la esencia de una historia que siempre se repite. Te contemplo una vez más, para hacerte perenne cuando el otoño me bese en la frente con sus primeras lluvias. Te contemplo una vez más para hacerte poema algún día.

No hay comentarios: