Al corro

Al corro de la patata,
menta perfuma los labios.

Entre las piernas florece
temblor de plumas nuevas.

Naranjitas y limones
alivian el resfriado
de las agendas perdidas.

Vueltas y más vueltas
siguiendo la tonadilla:
                    ¡Achupé! ¡Achupé!
                    ¡Sentadita me quedé!

Después de la dulce niebla
los rostros se endurecieron.

67-Cosas que llevo en el bolsillo

Después de lavarse las manos
en la concurrida fuente de Pilatos,
y mientras pregona: “no matarás”,
apunta a la cabeza
para ahorrar sufrimiento
                                    (como si eso le eximiera de toda culpa).