Esperar la magia

Besé a una rana para convertirla en princesa.

Ahora tengo una rana que me mira con repulsión cada vez que me acerco.

De nada valen las moscas que le regalo, ni el psicoanalista que le costeo para que supere el trauma. 

Estas son las consecuencias que sufro por tener un diente de leche aferrado a la encía.

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