Pedro era el portero de la discoteca El Paraíso. Tenía fama de buen profesional. Un empresario, dueño de otra famosa sala denominada El Infierno, contrató sus servicios. Así, Pedro pudo comprobar que, aunque la decoración cambiara, los clientes de ambos locales eran semejantes y a veces los mismos.
Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Avuelapluma 18/7/2011
Ilustración: Marcos Oliva; La Fiesta.
1 comentario:
Como dirían los de Yoygo, "verdad verdadera".
Un saludo cuñao.
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