Costumbres desagradables

Anabel no soportaba el vicio de su compañera Pepa de leer en voz alta las esquelas del periódico. Se recreaba haciendo comentarios sobre la edad de los finados de turno y la comparaba constantemente con la suya. No ahorraba en detalles escabrosos sobre las causas posibles de las defunciones. Por suerte para Anabel, aquella costumbre se perdió el día que apareció publicada la esquela de Pepa en el diario local.
 
Víctor M. Jiménez Andrada Publicado en AVP. 5/3/2012

2 comentarios:

Alfonso Carabias dijo...

Descanse En Paz....

Un saludo madrileño.

P.D. Hacia tiempo que no entraba, ya veo que le has dado un lavado de cara al blog. Te ha quedado bien.

Purificación dijo...

Esas manías de leer las esquelas se quitan con el tiempo por lo que veo.