Carreteras secundarias

Hoy, el navegador me ha hecho recorrer seis o más veces la misma rotonda. Insistía en dirigirme a una carretera que estaba cortada por obras. Creo que en la vida sucede lo mismo, en muchas ocasiones damos vueltas a algo sin encontrar la salida, por más empeño que le pongamos. Al final decidí aventurarme por un laberinto de carreteras rurales, estrechas y mal asfaltadas. Dicen que la meta aguarda tras el camino más difícil, pero me perdí en un racimo de cruces sin señalizar. Es terrible oír la voz metálica y repetitiva del navegador: “Gire cuando sea posible”. Eso hubiera querido yo, girar, pero ya no había manera, me había metido hasta el cuello en aquel embrollo. Así estuve durante más de media hora, y cuando mi paciencia comenzó a hundirse sin remedio, la mano anónima y amiga de un camionero local me sirvió de guía, para demostrarme que la ayuda puede venir de la forma más inesperada. Me hubiera gustado abrazar a aquel hombre, pero no tuve la oportunidad. Lo seguí durante varios kilómetros y al llegar al cruce que indicaba en letras grandes la autovía que debía tomar, cada uno continuamos nuestro camino. La carretera marca sus normas.


  
Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Cáceres en tu Mano 28/agosto/2012

1 comentario:

Alfonso Carabias dijo...

Actualiza el gps cuñao y no tendrás que contar las penas en el blog.....

Saludos.