Pequeños detalles

    Ya solo me queda presidir el desfile amargo de mis penas. Entre todos han carcomido los cimientos de mis ilusiones, las que fui construyendo con lentitud de artesano al amparo de tus ojos. Esa mirada tan pura y magnética que me ha acompañado hasta hoy y que, a pesar de todo, quiero preservar para siempre en lo más hondo, allí donde se oculta lo inconfesable, lo más importante, lo que hace que mi corazón espere, aun con tristeza, cada nuevo amanecer.
    Y bien sabe Dios que no es solo la hermosura que desbordas, sino ese apretado racimo de virtudes tan peculiares que exhibes, sin darte cuenta, como el mejor collar de perlas. Mujer culta, comprometida, generosa, experta en Letras, dulce y paciente, mujer única.
    Y vuelvo a tus ojos divinos, zaguanes transparentes de tu alma. ¿Cómo no enamorarme perdidamente de ti? ¿Sabes cuánto tiempo te busqué? Y hoy las palabras necias del funcionario me han destrozado, pero él no es nadie para prohibir que te ame. Hasta ahí podíamos llegar.
    Sabes que nunca me importó que estuvieras casada con ese muchacho de Moguer, ese tipo medio loco que siempre viste de oscuro y que exhala tristeza por los cuatro puntos cardinales. Por muy famoso poeta que sea, tú le has tenido que aguantar, con una bondad ilimitada, su carácter agrio, sus reiteradas crisis y su petulancia pueblerina. Ay, si nos hubieran dejado vivir nuestro amor, estoy seguro de que le habrías arrojado de tu vida como a un parásito indeseable. Pero no ha sido así.
    Esta mañana me decidí, después de tanto tiempo, y acudí al juzgado para ir preparando los papeles, pero el funcionario se negó. Alegó que falleciste en octubre de 1956 y que lo que pretendía era un imposible.
    Sé que no obré bien, que volcar su mesa con todo lo que tenía encima no solucionaba nada, pero ya me conoces, querida Zenobia, odio a los tiquismiquis que solo se fijan en los pequeños detalles de la vida para enturbiar la alegría de los demás. Por mi parte, te seguiré amando, aunque sea en la clandestinidad.

No hay comentarios: