Ofrezco a la corriente cintas de colores para que el invierno jamás
empañe tu nombre divino. Los miliarios nos hablan de la eternidad y
su devoción por el polvo de los senderos, aquel que viene de parajes
lejanos y que esparce un aliento del norte. ¿No sería entonces
posible tallar este ahora sobre el agua?
No hay comentarios:
Publicar un comentario