Equilibrios complicados

Amarte fue hacer equilibrios sobre una pelota
y plantarle cara a un suburbio lóbrego
de tiempo apuntalado en el glaciar de tus besos.

No por esperada la punzada en mis pies fue menos funesta
cuando un alfiler arrancado de tus vísceras
me hizo perder la armonía.

Sin pelota que sostenga un nimio fragmento de mí
solo me queda claudicar y agazaparme lejos del torrente de luces.

(del poemario Circo)

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