El ogro que encierro

Un suspiro se extingue y renace en la aguja que despierta el vuelo de los pájaros nocturnos.

Desde que vi mis ojos en el reflejo de tus lágrimas, no temo más que al ogro que se ovilla en esta caverna interior. Insaciable devorador de margaritas que viste de etiqueta a la vergüenza. Hay ofertas de 2 X 1 en los supermercados.

Prefiero ignorar y me coso el corazón al último aliento de lo que fuimos.

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