Gris

Evito infectar de adjetivos su nombre para no caer en la degeneración de los rapsodas hiperglucémicos que mendigan aplausos en las puertas de las escombreras.
 
La conocí un día que olía a noche, en el mejor momento de las malas horas, pero todo acabó tan pronto que no llegó a empezar.

Nunca he sabido jugar con el color gris.
Tal vez esto parece la excusa del que no tiene polvo en los zapatos ni cicatrices en el reloj.

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